La vitamina C, también llamada ácido ascórbico, es un nutriente esencial que debemos ingerir a través de la dieta de forma diaria, ya que nuestro cuerpo no es capaz de producirla. Es de carácter hidrosoluble, es decir que se disuelve en agua, y no tiene capacidad para almacenarse el cuerpo.
La cantidad excesiva de esta vitamina es expulsada del organismo a través de la orina, y debe consumirse regularmente para evitar carencias o deficiencias. Además de su importancia para el sistema inmune, la vitamina C es fundamental en numerosos procesos celulares del cuerpo debido a su acción antioxidante.
Protege las células y tejidos de la piel
La vitamina C protege a las células y tejidos de la piel contra al daño oxidativo, y contribuye a la normal síntesis de colágeno.
El colágeno es la principal proteína en la piel, y le confiere estructura y elasticidad, junto con otra proteína llamada la elastina.
Neutraliza los radicales libres
Una de sus principales funciones de la vitamina C es neutralizar los radicales libres que se producen tras la exposición de la luz ultravioleta (UV) del sol, y que son los principales responsables de la destrucción de las fibras de colágeno y elastina en la piel. Con el paso de los años y por la acción de los rayos ultravioleta, la concentración de colágeno en la piel disminuye, provocando así un debilitamiento de su estructura que puede dar lugar a la aparición de líneas de expresión o arrugas a medida que envejecemos.
Disminuye las manchas de piel
La vitamina C también es útil para disminuir las manchas en la piel, que se producen por un aumento en la concentración del pigmento llamado melanina. El papel de la vitamina C es el de inhibir la acción de una enzima que interviene en la producción de la melanina, sin llegar a bloquearla (lo cual ocasionaría una mancha blanca). Su acción es principalmente a nivel de la epidermis y aporta luminosidad y uniformidad en el tono de la piel, siendo un buen coadyuvante en el tratamiento de hiperpigmentaciones diversas
En comparación con otros tejidos del cuerpo, la concentración de vitamina C en la piel es muy elevada, ya que es un tejido que está continuamente expuesto al daño producido por la acción de los rayos ultravioleta, los contaminantes ambientales y los microorganismos. Por lo general, sus requerimientos son mucho mayores y pueden aumentar bajo ciertas condiciones, como en el caso de exposición prolongada a la luz solar e infecciones.
En el caso de arrugas prematuras o manchas en la piel, conviene también utilizar la vitamina C en forma tópica en forma de crema o suero cosmético (serum), cuyas formulaciones especiales mejoran su absorción y aumentan su disponibilidad en los tejidos cutáneos.
Beneficios del Radiant Skin
- Antioxidante.
- Potencializador de colágeno.
- Neutraliza los radicales libres.
- Suaviza la textura de la piel, mejora su elasticidad y sobre todo su firmeza.
- Contribuye a reducir las manchas en la piel.
Como incluir la vitamina C en tu rutina
1. Inicia tu rutina de skincare con la limpieza.
2. Compleménta con un sérum como el de Vitamina C para proteger tu piel de los radicales libres. Puedes aplicarlo en las mañanas y noches sobre el rostro limpio y seco. Puedes usarlo en rostro, cuello, rodillas y codos, hasta su completa absorción.
3. Complementa tu rutina con un protector solar.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).