El hueso es uno de los principales órganos del ser humano. Ya que además de las funciones relacionadas con el soporte, protección y movimiento de los tejidos y órganos del cuerpo; sirve como depósito de minerales (como el calcio, magnesio y zinc), es una fuente de energía (triglicéridos) para nuestras células y es productor de células sanguíneas (glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas). Así que, de la salud de nuestros huesos depende el equilibrio y correcto funcionamiento de muchos sistemas y procesos metabólicos en nuestro cuerpo.
¿A partir de qué edad se debe empezar a cuidar el sistema óseo?
Es importante comenzar a cuidar sus huesos lo antes posible, idealmente durante la niñez y la adolescencia, cuando los huesos aún están creciendo y desarrollándose. Esto puede ayudar a maximizar la masa y la fuerza ósea, lo que puede tener beneficios de por vida para la salud ósea.
Sin embargo, nunca es demasiado tarde para comenzar a cuidar sus huesos. Incluso si es mayor, aún puede tomar medidas para mantener y mejorar la salud de sus huesos. Esto puede incluir hacer ejercicio regularmente que incluya levantamiento de pesas y entrenamiento de resistencia, asegurarse de obtener suficiente calcio y vitamina D en su dieta, evitar fumar y el consumo excesivo de alcohol, y hablar con su médico de confianza sobre cualquier medicamento o condición de salud que pueda afectar su salud ósea.
En última instancia, cuanto antes comience a cuidar sus huesos, mejor, pero nunca es demasiado tarde para comenzar a hacer cambios positivos para apoyar la salud de sus huesos.
¿Cuáles son los factores de riesgo en la salud ósea?
Hay varios factores que pueden contribuir a la debilidad de la estructura ósea humana, entre ellos:
Envejecimiento: a medida que envejecemos, nuestros huesos se vuelven menos densos y más propensos a las fracturas, lo que puede debilitarlos.
Falta de actividad física: un estilo de vida sedentario puede conducir a huesos más débiles, ya que los huesos deben someterse regularmente a estrés y tensión para mantener su fuerza.
Deficiencias nutricionales: la falta de calcio, vitamina D y otros nutrientes puede debilitar los huesos.
Condiciones médicas: Ciertas condiciones médicas como la osteoporosis, la osteogénesis imperfecta y el cáncer de huesos pueden causar debilidad en la estructura ósea.
Medicamentos: Ciertos medicamentos, como los corticosteroides, pueden debilitar los huesos con el tiempo.
Genética: algunas personas pueden tener factores genéticos que las predisponen a tener huesos más débiles.
Factores de estilo de vida: Fumar, el consumo excesivo de alcohol y una dieta alta en alimentos procesados pueden contribuir a debilitar los huesos.
En general, los huesos débiles pueden ser el resultado de una combinación de factores, y tomar medidas para mantener una buena salud ósea a lo largo de su vida puede ayudar a prevenir la debilidad y reducir el riesgo de fracturas.
¿Qué necesita el hueso para mantenerse sano?
Para cuidar tus huesos es importante tener una alimentación rica en nutrientes que ayuden a mantenerlos fuertes. Aquí hay algunos consejos nutricionales para cuidar tus huesos:
Consumir suficiente calcio: El calcio es esencial para la formación y mantenimiento de los huesos. Las fuentes ricas en calcio incluyen productos lácteos como leche, yogur y queso, así como verduras de hojas verdes, como la col rizada y la espinaca.
Obtener suficiente vitamina D: La vitamina D ayuda al cuerpo a absorber y utilizar el calcio. La luz solar es la mejor fuente de vitamina D, pero también puedes obtenerla a través de alimentos como el salmón, las sardinas y los huevos.
Consumir suficientes proteínas: Las proteínas son esenciales para la construcción de huesos fuertes. Las fuentes de proteínas incluyen carne, pescado, huevos, frijoles y nueces.
Consumir suficiente magnesio: El magnesio es un mineral importante para la salud ósea y se encuentra en alimentos como nueces, semillas y verduras de hojas verdes.
Limitar la ingesta de sodio: El sodio puede aumentar la excreción de calcio en la orina, lo que puede debilitar los huesos. Es importante limitar la ingesta de sodio y elegir alimentos frescos en lugar de alimentos procesados y envasados.
Evitar el consumo excesivo de alcohol: El consumo excesivo de alcohol puede interferir en la absorción de calcio y disminuir la densidad ósea.
No fumar: El tabaco puede disminuir la densidad ósea y aumentar el riesgo de fracturas.
Recuerda que mantener una dieta equilibrada y variada es importante para cuidar no solo tus huesos, sino también tu salud en general.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).