¿Qué es la microbiota y cuál es su función en la piel?
La microbiota es el conjunto de microorganismos (bacterias, hongos, parásitos, etc.) que habitan en la superficie cutánea, y que coexisten en simbiosis con las células de la piel.
La microbiota juega un papel importante en la función de la piel como barrera y protección de nuestro cuerpo, y contribuye al mantenimiento de la salud y belleza de nuestra piel.
Además, la microbiota se ha adaptado al pH ácido natural de la piel, y trabaja en equipo con el sistema inmunitario de la misma para evitar la colonización de otros agentes patógenos o infecciosos.
Cambios en la microbiota: efectos en la piel
Cuando el equilibrio en la microbiota se altera, se producen afecciones o enfermedades cutáneas, tales como los eczemas, las dermatitis, la psoriasis y el acné, entre otras.
Esta alteración se puede producir por malos hábitos personales (exceso de estrés, dieta rica en azúcares refinados y grasas saturadas, consumo de antibióticos, etc.), higiene inadecuada (exceso de lavado con jabones y uso de sustancias irritantes como cremas, maquillajes y perfumes que alteren el pH natural de la piel), o ambientales (contaminación ambiental, exceso de radiaciones solares, etc.).
Cuidado de la microbiota para una piel saludable
Para tener un equilibrio de la microbiota, lo cual se vea reflejado en una buena salud de la piel, debes seguir las siguientes indicaciones:
Tener una alimentación adecuada rica en frutas, verduras, nueces y proteínas (vegetal y animal) que aporten vitaminas, minerales, aminoácidos, fibra natural, ácidos grasos esenciales y antioxidantes.
Disminuir o evitar el consumo de alcohol, cigarrillo y comida chatarra (rica en azúcares refinados, saborizantes y conservantes artificiales y grasas trans).
Mantener una hidratación adecuada de la piel, utilizando si es necesario extractos de plantas naturales como el aloe vera que ayuden a este fin.
Aprender a canalizar el exceso de estrés y practicar ejercicio físico regular.
Evitar la exposición al sol sin protección por tiempo prolongado, o en su defecto utilizar protector solar.
Lavar la piel con delicadeza, utilizando jabones y limpiadores especializados que ayuden a mantener el pH normal de la piel.
Tener un equilibrio de la microbiota intestinal, utilizando si es necesario los probióticos, los cuales han demostrado ayudar a mantener un buen sistema inmunitario de la piel. Además, la microbiota del intestino ayuda a mantener la barrera intestinal, evitando la migración de bacterias y sus productos metabólicos a través de la sangre hacia la piel, lo cual podría hacerla más susceptible a procesos inflamatorios o infecciosos.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).