La caléndula (Calendula officinalis) es una planta cuya flor de color anaranjado, se ha utilizado desde hace cientos de años por muchas culturas ancestrales, gracias a su capacidad para ayudar en la salud y belleza de la piel.
La flor de la caléndula posee una gran cantidad de principios activos, los cuáles le otorgan excelentes propiedades regeneradoras, cicatrizantes, antiinflamatorias, analgésicas y antisépticas en la piel.
Propiedades de la caléndula
Por sus propiedades regeneradoras, calmantes y protectoras, es una planta especialmente útil para la piel delicada.
El extracto de la flor de caléndula, gracias a sus múltiples propiedades, se utiliza de manera tópica (en forma de loción o gel) en las siguientes afecciones de la piel:
- Irritaciones e inflamaciones leves de la piel, como es el caso de las quemaduras solares, eczemas.
- Beneficia la regeneración de la piel e hidrata en casos de manos y pies agrietados.
- Alivia las picaduras de insectos (sobre de todo mosquitos y abejas).
- Ayuda a combatir y calmar la pañalitis en lo bebés.
- Beneficia la reparación y cicatrización de pequeñas heridas, como las erosiones, raspaduras y después de la aplicación de tatuajes.
- Coadyuvante en el tratamiento del acné no severo, en herpes labial.
- Disminuir la inflamación en pequeños golpes o hematomas.
- Como bálsamo en labios agrietados y resecos.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).