Relación entre el cáncer de mama y las emociones
El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en todo el mundo.
Aunque es una enfermedad de origen multifactorial, y su desarrollo está influenciado por una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida, cada día se acepta y comprende más la relación causal entre el cáncer de mama y las emociones. Por ejemplo, existen investigaciones que sugieren como las mujeres que viven con altos niveles de estrés de índole familiar o laboral, o que sufren de ansiedad y depresión crónica, tienen un sistema inmunológico debilitado y tienden a llevar un estilo de vida menos saludable, lo que incluye la falta de ejercicio y una mala alimentación. Estos factores combinados podrían contribuir a aumentar el riesgo de desarrollar un cáncer de mama. Y si la mujer tiene antecedentes familiares de dicha enfermedad, el riesgo aumenta mucho más.
Recomendaciones para tener una salud emocional
Las emociones positivas pueden tener un efecto protector para ayudar a disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama. Las mujeres que se sienten felices y emocionalmente equilibradas suelen cuidar mejor de sí mismas y adoptar hábitos de vida más saludables (dieta equilibrada, ejercicio regular, etc.). Además, el apoyo emocional de amigos y familiares puede alentar a las mujeres a someterse a exámenes de detección temprana, como mamografías regulares, lo que puede llevar a la detección precoz y al tratamiento exitoso.
Entre los principales hábitos saludables para ayudar a tener una buena salud emocional tenemos:
Desarrollar consciencia de las emociones:
Es necesario aprender a ser consciente de las emociones y reacciones, por ejemplo, observando cuáles situaciones lo ponen triste o enojado, y hacer el esfuerzo de cambiar esa manera de reaccionar. En la medida de lo posible, hay que mantenerse positivo y concentrarse en las cosas buenas de la vida. Perdonándose uno mismo y a los demás.
Fomentar el apoyo emocional:
Hay que mantener relaciones sociales sólidas y buscar apoyo emocional cuando se necesite. El compartir las emociones y preocupaciones con familiares amigos, o si es necesario con un profesional en Psicología, puede ayudar a afrontar mejor el estrés, la ansiedad y la depresión.
Canalizar el estrés:
Realizar prácticas que ayuden a relajarse y a manejar el estrés como la meditación, el yoga, el ejercicio o la respiración profunda consciente.
Buscar la armonía:
Es fundamental encontrar un equilibrio saludable entre el trabajo y el juego, y entre la actividad y el descanso. Hay que dedicar tiempo para hacer las cosas que disfrutemos y que nos hagan sentir alegres, plenos y realizados en todos los aspectos de nuestra vida.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).