¿Qué es el estreñimiento funcional y qué lo causa?
El estreñimiento es un síntoma que se caracteriza por una disminución en el número de deposiciones semanales (frecuencia menor a las tres veces por semana) o existencia de esfuerzo, dificultad excesiva o dolor para expulsar las heces.
El estreñimiento se caracteriza por un tránsito intestinal lento y la formación de heces duras, secas y difíciles de evacuar. Cuando esta situación se presenta sin estar relacionada con otra enfermedad, se denomina “estreñimiento funcional”. Este tipo de estreñimiento es el más frecuente, y se produce por los hábitos de vida inadecuados, como el poco consumo de fibra alimentaria y de agua en la dieta, y la falta de ejercicio regular.
¿Qué es la fibra alimentaria?
La fibra alimentaria es la parte comestible de las plantas que no se digiere ni absorbe en el intestino delgado humano. La razón por la cual el organismo humano no puede absorberla se debe a que el aparato digestivo no dispone de las enzimas que puedan digerirla.
La fibra alimentaria en general se considera como un tipo de carbohidrato complejo, y se ha dividido en dos grupos principales, la soluble (que se disuelve en agua) y la insoluble (que no se disuelve).
Tipos de fibra
La fibra insoluble:
Este tipo de fibra no se disuelve en agua y actúa como un laxante natural, ayudando a regular el tránsito intestinal. Predomina en alimentos como el salvado de trigo, granos enteros, algunas verduras y en general en todos los cereales. Los componentes de este tipo de fibra son poco fermentables y resisten la acción de los microorganismos del intestino. Su principal efecto en el organismo es el de limpiar, como un cepillo natural, las paredes del intestino desprendiendo los desechos adheridos a ésta; además de aumentar el volumen de las heces y disminuir su consistencia y su tiempo de tránsito a través del tubo digestivo, facilitando las deposiciones.
La fibra soluble:
Se disuelve en agua y forma una sustancia gelatinosa en el intestino, este tipo de fibra confiere al bolo fecal, hidratación, volumen y peso, contribuyendo a un mayor deslizamiento de éste por el intestino, acelerando los movimientos intestinales y favoreciendo las evacuaciones; además la creación de flora bacteriana, que compone 1/3 del volumen fecal.
Las enzimas de la flora intestinal fermentan este tipo de fibras a nivel del intestino grueso, y la descomponen en diversos compuestos químicos tales como: gases (hidrógeno, dióxido de carbono y metano) y ácidos grasos de cadena corta.
Los ácidos grasos de cadena corta son una fuente importante de energía para las células del colon, y pueden inhibir el crecimiento y la proliferación. de las células cancerígenas en el intestino.
Este tipo de fibra es predominante en las legumbres (lentejas, frijoles, etc.), en cereales como la avena y la cebada, en semillas como la linaza y el psyllium, en algunas frutas como la manzana, la piña y la pitaya, y en ciertas plantas como el nopal. La fibra soluble, además de retener agua, es capaz de disminuir y retrasar la absorción de grasas y azúcares de los alimentos, lo que ayuda a regular los niveles de colesterol y glucosa en sangre al reducir el índice glucémico.
Beneficios del consumo de fibra alimentaria
- Permite unas adecuadas deposiciones y previene el estreñimiento.
- Mejora el proceso digestivo y alimentar la flora intestinal.
- Ayuda a regular los niveles de colesterol y azúcar en la sangre.
- Ayuda a mantener un adecuado peso corporal.
- Previene enfermedades crónicas y degenerativas como el síndrome de intestino irritable, las hemorroides.
Hábitos para prevenir el estreñimiento
Para ayudar a la prevención del estreñimiento, además del consumo de fibra, es fundamental el adecuado consumo de agua y el ejercicio regular.
El agua:
ayuda a la formación del bolo fecal, puesto que interacciona con la fibra dietética, permitiendo la formación de un bolo más voluminoso y gelatinoso, facilitando así su paso a través del intestino.
El ejercicio o actividad física:
Puede ser beneficiosa para las personas que padecen estreñimiento funcional, ya que contribuye a incrementar la actividad muscular en el intestino, lo que facilita los movimientos regulares que impulsan las heces hacia el ano.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).