¿Qué es la luteína y la zeaxantina?
Son pigmentos vegetales de color entre amarillo y rojizo. Hace parte de unos compuestos fitoquímicos llamados carotenoides, específicamente del grupo de las xantofilas. Los carotenoides son pigmentos vegetales liposolubles (solubles en grasa) que le aportan el color rojo, amarillo o anaranjado a ciertas plantas, algas y bacterias fotosintéticas.
La luteína y la zeaxantina son química y estructuralmente muy similares, con sólo una ligera diferencia en la disposición de sus átomos (son isómeros).
¿Dónde encontramos la luteína y la zeaxantina?
Aunque la luteína y la zeaxantina son responsables de los colores naranja y amarillo de muchas frutas y verduras, en realidad se encuentran en mayores concentraciones en las verduras de hoja verde como la col rizada, el brócoli, el perejil, las espinacas, la lechuga, y también se encuentra en la zanahoria, el maíz y en la yema de huevo.
La luteína no puede ser sintetizada por el organismo, por lo que debe ingerirse en la alimentación. El organismo mediante una conversión enzimática puede obtener la zeaxantina a partir de luteína, cuya presencia en la naturaleza es mayor.
¿Cuál es la función e importancia de la luteína y la zeaxantina?
La luteína y la zeaxantina tienen importantes funciones antioxidantes en el cuerpo humano. Las cuáles son proteger de los efectos dañinos de los radicales libres, que son moléculas inestables que pueden degenerar y destruir las células, y que desempeñan un papel fundamental en la producción de muchas enfermedades.
La luteína y la zeaxantina son denominados “pigmentos maculares”, ya que se encuentran en mayor concentración en la mácula del ojo humano. Lo que le da su color amarillento. De hecho, la mácula también se llama “mácula lútea” (del latín “macula”, que significa “mancha”, y “lutea”, que significa “amarilla”).
La mácula es la parte más importante de la retina. En ella reside la visión central, del detalle y del movimiento. Esta zona hace posible distinguir las caras y poder leer sin inconvenientes. Se observa como una pequeña mancha amarilla en el centro de la retina. La retina se encuentra en el fondo del ojo y su función es la transmisión de los impulsos luminosos al cerebro, los cuáles llegan a él a través del nervio óptico, y allí son transformados en imágenes.
La luteína y la zeaxantina en las plantas previenen el daño producido por la excesiva luz solar, actuando como un filtro protector especialmente contra los rayos de luz de alta energía, que reciben el nombre de luz azul. Este mecanismo protector podría ser similar al que ejerce en la mácula, bloqueando los radicales libres producidos por los rayos solares y previniendo el daño oxidativo, el cual puede producir una enfermedad denominada “degeneración macular asociada a la edad (DMAE)”. La cual es una de las principales causas de pérdida de visión y ceguera parcial en los adultos mayores.
Además de los importantes beneficios para la visión, podrían ayudar a proteger contra la aterosclerosis (acumulación de depósitos de grasa en las arterias), la enfermedad que provoca la mayoría de los infartos cardiacos; y sus efectos antioxidantes podrían también proteger la piel contra los efectos dañinos de los rayos ultravioleta (UV) del sol.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).