El Glutatión es una molécula peptídica hidrosoluble que se encuentra naturalmente en el ser humano. Se compone de tres aminoácidos: L-cisteína, glicina y L-glutamato. Está presente en todos nuestros tejidos, con concentraciones especialmente altas en el hígado, donde juega un papel fundamental en la función desintoxicante del mismo.
El Glutatión es el principal antioxidante endógeno del cuerpo que elimina los radicales libres. Dichas sustancias son subproductos normales del metabolismo, pero cuando se acumulan en exceso debido al estrés, la contaminación o los malos hábitos de vida, pueden causar la destrucción considerable de células. Esta destrucción de células puede, a su vez, deteriorar el sistema inmune y aumentar el riesgo de enfermedades crónicas, incluyendo formas de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
El Glutatión es considerado el antioxidante maestro, ya que la efectividad de otros antioxidantes como la vitamina C y E dependen del mismo. También ayuda a expulsar las toxinas del cuerpo, tales como el mercurio y otros metales pesados. Por tanto, una deficiencia de Glutatión produce un aumento en la oxidación celular y el deterioro de la salud en general.
El Glutatión se encuentra en el cuerpo humano en dos formas:
El Glutatión reducido (GSH), también llamado L-Glutatión(L-Glutathione), es la forma estable y activa necesaria para su acción antioxidante. Cuando ejerce la función de eliminar los radicales libres, se oxida y se convierte en glutatión oxidado (GSSG).
El Glutatión oxidado (GSSG), que también se conoce como disulfuro de glutatión, es la forma inactiva. Sin embargo, gracias a una enzima llamada glutatión reductasa, el GSSG se regenera y se convierte de nuevo en su forma activa, el GSH.
Entre las principales funciones del Glutatión tenemos:
1. Disminuye el estrés oxidativo.
El estrés oxidativo surge cuando tenemos demasiados radicales libres en el cuerpo y no contamos con los antioxidantes suficientes para neutralizarlos. Puede dañar las células e incluso el ADN, lo cual puede provocar desde enfermedades cardiovasculares y envejecimiento prematuro hasta patologías degenerativas como el cáncer. Una investigación publicada en el New England Journal of Medicine descubrió que, entre las personas con enfermedades cardíacas, las que tenían la menor cantidad de glutatión en la sangre tenían un 30 por ciento más de probabilidades de tener un ataque cardíaco que las que tenían más glutatión.
2. Mejora la inmunidad.
El sistema inmunológico depende del Glutatión para funcionar correctamente, particularmente en la producción de linfocitos T, la principal línea de defensa del organismo contra microorganismos (virus, bacterias, etc.) y carcinógenos.
3. Regenera otros antioxidantes.
Tener un nivel adecuado de GSH puede ayudar a regenerar las vitaminas C y E (ambas son potentes antioxidantes), que pueden ayudar a combatir el estrés oxidativo.
4. Protege de los materiales tóxicos y los contaminantes.
El GSH también es un gran desintoxicante. El principal órgano desintoxicante del cuerpo es el hígado, que posee grandes cantidades de GSH.
El GSH se adhiere a los metales, las toxinas y otros contaminantes (incluido el alcohol) y los transforma en compuestos hidrosolubles que luego pueden transportarse fuera de las células y expulsarse del cuerpo.
El GSH también se ha utilizado para tratar enfermedades hepáticas crónicas (como el hígado graso no alcohólico) y la intoxicación grave.
5. Favorece la obtención de energía.
El GSH protege a las mitocondrias (la central de energía de las células) del daño oxidativo. De esta forma las mitocondrias pueden resistir los constantes ataques de los radicales libres o sustancias oxidativas llamadas especies reactivas del oxígeno (ROS, por sus siglas en inglés). Si las ROS destruyen las mitocondrias, puede producirse una muerte celular. Y si se prolonga de forma constante, puede dar lugar a que la enfermedad progrese.
6. Mejora la salud del sistema nervioso central.
Las personas con estrés crónico tienen niveles bajos de GSH. Al parecer, ocurre lo mismo en el caso de quienes sufren de ansiedad, depresión, esquizofrenia y otras patologías del sistema nervioso central. Se ha observado que existe también disminución progresiva en el GSH intracelular del líquido cefalorraquídeo en humanos a medida que se envejece. Dado que el cerebro requiere una desintoxicación de radicales libres extensa, es evidente que una disminución en el contenido de GSH podría aumentar el daño oxidativo, haciendo que el cerebro sea más susceptible a los trastornos neurológicos.
Para conservar una buena salud, debemos tener buenas reservas de glutatión en el cuerpo. Sin embargo, la producción del mismo disminuye naturalmente a medida que envejecemos. Y desafortunadamente, muchas veces nuestro cuerpo no alcanza a suplir las necesidades de glutatión cuando es sometido a ciertas condiciones tales como el estrés, las infecciones, las enfermedades crónicas y la exposición a químicos. Por lo tanto, tomar una dosis diaria de un suplemento de L-glutatión es una idea excelente para ayudar a mantener un óptimo estado de salud.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).