El estreñimiento es un síntoma que se caracteriza por una disminución en el número de deposiciones semanales (frecuencia menor a las tres veces por semana) o existencia de esfuerzo, dificultad excesiva o dolor para expulsar las heces. Se estima que aproximadamente un 25% de la población mundial padece de estreñimiento crónico y afecta más a las mujeres que a los hombres.
El estreñimiento se caracteriza por un tránsito intestinal lento (debido a la disminución de los movimientos peristálticos) y la formación de heces duras, secas y difíciles de evacuar. Cuando esta situación se presenta sin estar relacionada con otra enfermedad, se denomina “estreñimiento funcional”. Este tipo de estreñimiento es el más frecuente, y se produce por los hábitos de vida inadecuados, como el poco consumo de agua y fibra en la dieta, y el sedentarismo. Para que el intestino funcione adecuadamente:
Se debe empezar con:
Aumentar el consumo de agua
El agua también es fundamental para la formación del bolo fecal, puesto que interacciona con la fibra dietética, permitiendo la formación de un bolo más voluminoso y gelatinoso, facilitando así su paso a través del intestino.
Consumir fibra natural
Una de las formas más efectivas de hacerle frente al estreñimiento es aumentando el consumo de fibra dietética en la alimentación regular. Este nutriente, entre otras cosas, ayuda a prolongar la sensación de saciedad y favorece la regulación de la microbiota intestinal.
Realizar ejercicio a diario
El ejercicio físico regular es uno de los hábitos que contribuyen a mejorar la actividad intestinal para controlar el estreñimiento crónico. Su práctica aumenta la actividad muscular de los intestinos y favorece la eliminación de los desechos retenidos.
Se debe evitar:
El consumo excesivo de alimentos procesados
Ricos en azúcares refinados, grasas saturadas, conservantes y colorantes artificiales.
El consumo de sustancias químicas
Como el uso indiscriminado de antibióticos y antiinflamatorios, los cuales pueden irritar la mucosa del intestino y destruir las bacterias amigables (flora intestinal) que viven en su interior, y que son fundamentales para el adecuado funcionamiento del mismo.
La flora intestinal equilibrada ayuda al buen funcionamiento del intestino, ya que produce una serie de sustancias químicas que mejoran la digestión y absorción de los alimentos, mantienen saludable la mucosa intestinal, mejoran la consistencia de las heces y la frecuencia en la defecación, y evitan además el desarrollo de bacterias patógenas y parásitos.
Fibra prebiótica
La fibra natural presente en los alimentos recibe el nombre de “fibra prebiótica o prebióticos”, y es el alimento de los microorganismos presentes en el interior del intestino, llamados en conjunto “flora intestinal o microbiota” o comúnmente conocidos como “probióticos”.
La fibra está presente en alimentos como los cereales integrales (arroz, avena, salvado de trigo, cebada, etc.), semillas (linaza, psyllium, etc), tubérculos (papa, yuca, etc), legumbres (lentejas, fríjoles, etc), verduras (col, espinaca,etc), frutas (manzana, piña, pitaya, etc), plantas (té verde, nopal, etc) y frutos secos(nueces). La fibra dietética confiere al bolo fecal hidratación, volumen y peso, contribuyendo a un mayor deslizamiento de éste por el intestino; acelerando los movimientos intestinales y favoreciendo las evacuaciones. Además, el consumo regular de fibra ayuda a mejorar el proceso digestivo, a regular los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, y a mantener un adecuado peso corporal.
Probióticos
El consumo de probióticos puede contribuir al restablecimiento de la flora intestinal, y de esta forma mejorar la calidad y frecuencia de las evacuaciones en quienes padecen de estreñimiento. Las especies de bacterias Lactobacillus y Bifidobacterium han sido las más estudiadas, y han demostrado mejorar la frecuencia en la defecación y la consistencia de las heces.
El ejercicio o actividad física regular contribuye a mejorar del estreñimiento funcional, ya que promueve el aumento del tono muscular del intestino, favoreciendo así los movimientos regulares del mismo que impulsan el bolo fecal hacia el ano.
Esta información ha sido elaborada a partir de las reflexiones del Doctor Rolando Alberto Cabrales S. Director Médico de MNS (Natural Systems International).